Ruta6 comenzó a
becar a Sujan el curso pasado. Su situación era como la de tantos otros… su
padre no podía atenderle y optó por dejar que una institución como la NCO en un
orfanato de Katmandú lo cuidara.
Pero las cosas no
son siempre como parecen o como nos las cuentan. Hace unos meses recibí la
llamada de Amics del Nepal, ong catalana que lleva 20 años interviniendo en
este país asiático, y nos informaba de que la madre de Sujan había regresado de
Kuwait. Hacía un tiempo ella se había ido a trabajar en unas duras condiciones,
y había regresado precipitadamente al saber que su marido se había ido con otra
mujer y había dejado a los hijos de ambos en dos orfanatos, a Sujan
en Bal Mandir Naxal, y a su hermana
Susmita en Bal Mandir Bimpedi.
La mujer decidió
asumir su responsabilidad como madre, algo difícil de ver en esta cultura,
donde muchas mujeres optan por volver a casarse para lo que deben renunciar a
sus hijos.
Hoy por la tarde,
acompañadas de Dani (director del orfanato de Bimpedi y miembro de Amics)
visitamos a Sujan y a su familia.
Un cuatro al que
se accede por un callejón trasero de una vieja construcción, es todo el hogar
de esta preciosa familia. Una sola cama sirve de acomodo cada noche a la madre
y sus dos hijos, cuya falta de recursos no es motivo para la suciedad ni para
la tristeza.
Uno de los
tabiques del cuarto se ha construido amontonando ladrillos que dejan pasar la
luz entre ellos, a falta de masa que haga de amalgama. Un plástico naranja
cubre por el lado exterior este intento de pared que no necesitaría un
terremoto para venirse abajo.
Sujan sonríe todo
el rato y su hermana lleva un vestido plateado, especial para la visita de
Dani, creo interpretar. La madre tiene un gesto serio pero amable. Hace un rato
ha llegado de trabajar, creemos que cargando material de construcción.
Nos invitó a su
casa.
Sentados todos en
la cama, la familia y Dani, hablan en nepalí de las dificultades con las que se
encuentra para sacar adelante a sus hijos y la imposibilidad de ofrecerles una
educación de calidad.
Cuando escucha
que tanto Amics como Ruta6 seguirán ayudándola en la educación de Susmita y
Sujan, respectivamente, no se le altera el gesto. Ella ya había inscrito a sus
hijos en la escuela pública del barrio, algo que todos sabemos que no es una
buena opción en Nepal. Mañana por la mañana iremos todos juntos para matricular
a los dos menores a un buen colegio.
Es evidente que
para ella sus hijos son lo más importante y es un claro ejemplo de persona con
coraje y determinación.
Su nombre es Maya
Tamang y en pocos lugares hemos podido percibir tanta dignidad en un pequeño
cuerpo de mujer.
Momento de juego con sus dos amigas |
Sujan y sus amigas |
Susmita a la entrada del hogar. |
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