A-DIOS
Con todo el respeto a su
familia, a sus amigos de verdad, a sus alumn@s afortunados, a todos los que la
conocieron durante largo tiempo, a quien esté tomando nota de esta historia que
llamamos vida:
Sucede que hay personas
con las que coincidimos en momentos de nuestra existencia y pasan sin dejar
huella, sin producir un cambio en nosotros. Algunas incluso, pueden ocupar
mucho espacio en nuestra biografía sin que eso sirva para dejar una impronta
significativa.
No ha sido el caso de Julia.
Tutora durante dos años de
mi hijo menor, reforzó en él y en sus compañeros ese sentimiento de respeto, de
escucha y comprensión por pequeños que fueran. La mirada de Julia sobre sus
alumnos era compasiva y sus compañeras la admiraban por la vocación y entrega
con la que vivió la docencia.
Pasados unos cuantos años,
nos volvimos a cruzar en el camino, esta vez en Ruta6, donde ambas trabajamos
como voluntarias. Ya había hecho acto de presencia la enfermedad cuando un día
se acercó a ofrecer su ayuda a esta ong que compartimos muchas personas y que
tiene que ver con la Educación con mayúsculas, como ella siempre la entendió.
Acompañada de una buena
amiga, pasaba alguna que otra mañana ayudando a colocar la ropa y enseres que
otros vecinos dejaban en la puerta de la que llamamos “la casa de los sueños”.
En su batalla particular
por recuperar la salud, aprovechaba cada tregua que tenía para seguir
disfrutando de aquellas cosas que le gustaba hacer. Y de vez en cuando, cuando
las fuerzas se lo permitían, teníamos la suerte de disfrutar de su compañía.
Resulta difícil decir
cosas de alguien que se va sin caer en tópicos que nadie sabe sin son producto
de la verdad o un simple ejercicio de amabilidad. Pero sólo tenemos las
palabras para construir nuestro mundo y describir
a las personas que lo habitan. Y a pesar de caer en todos los tópicos posibles,
no sería justo dejar de decir que Julia ha sido una persona maravillosa en la
que muchos hemos tenido la suerte de depositar a nuestros hij@s durante una
parte importante de la infancia.
Tampoco sería justo no
decir que Julia estará siempre en nuestra memoria como ejemplo de muchos
valores fundamentales como la solidaridad, el cariño, la entrega, la lucha y esa
sensación de bondad que quedaba a su paso, como la huella en la luna.
Un beso enorme de tus
compañer@s de Ruta6.