El escenario natural bajo el haya estaba preparado para lo que pudiera suceder... y la emoción fue llegando de a pocos. Uno de los momentos estelares fue la interpretación que recoge la imagen, de quien años atrás plantó el árbol bajo el que el sábado pasado recitó a Neruda.
Quedáis todos emplazados. Cada septiembre y mientras sigamos plantados, disfrutaremos de los textos del poeta chileno en buena compañía. Gracias Nati de Grado por este regalo y al resto por participar, del modo en el que fuese.
No hay comentarios:
Publicar un comentario