domingo, 4 de agosto de 2013



Decir que la magia es real suena a locura, o como poco a incoherencia. Sin embargo hay días en la vida en los que no hace falta explicar con palabras lo que todos los ojos ven, los oídos escuchan y los corazones sienten.

Confiar en el trabajo colectivo, dejar libre a la imaginación para recre(arte), aguantar el chaparrón sin perder la sonrisa mientras se transforma la realidad cercana, celebrar la fiesta de la vida y la importancia de esta red que todos tejen en la misma dirección y que será la que nos soporte si en algún momento caemos... y bailar y cantar y soñar y por fin descansar satisfechos y felices al contemplar la obra terminada. 







¿Qué diferencia hay entre la primera piedra del muro y la última? Tan valioso es el ladrillo como el árbol de donde sacan las ventanas.

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