lunes, 17 de abril de 2017

Sujan, un niño feliz

Ruta6 comenzó a becar a Sujan el curso pasado. Su situación era como la de tantos otros… su padre no podía atenderle y optó por dejar que una institución como la NCO en un orfanato de Katmandú lo cuidara.
Pero las cosas no son siempre como parecen o como nos las cuentan. Hace unos meses recibí la llamada de Amics del Nepal, ong catalana que lleva 20 años interviniendo en este país asiático, y nos informaba de que la madre de Sujan había regresado de Kuwait. Hacía un tiempo ella se había ido a trabajar en unas duras condiciones, y había regresado precipitadamente al saber que su marido se había ido con otra mujer y había dejado a los hijos de ambos en dos orfanatos, a  Sujan  en Bal Mandir Naxal,  y a su hermana Susmita en Bal Mandir Bimpedi.  
La mujer decidió asumir su responsabilidad como madre, algo difícil de ver en esta cultura, donde muchas mujeres optan por volver a casarse para lo que deben renunciar a sus hijos.
Hoy por la tarde, acompañadas de Dani (director del orfanato de Bimpedi y miembro de Amics) visitamos a Sujan y a su familia.
Un cuatro al que se accede por un callejón trasero de una vieja construcción, es todo el hogar de esta preciosa familia. Una sola cama sirve de acomodo cada noche a la madre y sus dos hijos, cuya falta de recursos no es motivo para la suciedad ni para la tristeza.
Uno de los tabiques del cuarto se ha construido amontonando ladrillos que dejan pasar la luz entre ellos, a falta de masa que haga de amalgama. Un plástico naranja cubre por el lado exterior este intento de pared que no necesitaría un terremoto para venirse abajo.
Sujan sonríe todo el rato y su hermana lleva un vestido plateado, especial para la visita de Dani, creo interpretar. La madre tiene un gesto serio pero amable. Hace un rato ha llegado de trabajar, creemos que cargando material de construcción.
Nos invitó a su casa.
Sentados todos en la cama, la familia y Dani, hablan en nepalí de las dificultades con las que se encuentra para sacar adelante a sus hijos y la imposibilidad de ofrecerles una educación de calidad.
Cuando escucha que tanto Amics como Ruta6 seguirán ayudándola en la educación de Susmita y Sujan, respectivamente, no se le altera el gesto. Ella ya había inscrito a sus hijos en la escuela pública del barrio, algo que todos sabemos que no es una buena opción en Nepal. Mañana por la mañana iremos todos juntos para matricular a los dos menores a un buen colegio.
Es evidente que para ella sus hijos son lo más importante y es un claro ejemplo de persona con coraje y determinación.
Su nombre es Maya Tamang y en pocos lugares hemos podido percibir tanta dignidad en un pequeño cuerpo de mujer.

 
Sujan, Susmita  y Maya

Momento de juego con sus dos amigas

Sujan y sus amigas

Susmita a la entrada del hogar. 

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