miércoles, 24 de agosto de 2016

Temor a perder a Indu Kattel



Conocí la realidad de Bal Mandir Naxal hace 8 años formando parte del equipo de intervención que Jose Luis Gutiérrez y Aurora Robledo dirigían en Nepal.
Ya en ese año tuve la ocasión de sentir en primera persona la dificultad que entrañaba para las pocas cuidadoras que tenía un orfanato tan grande como aquel, hacer su trabajo de atención a los pequeños.
Con pocos recursos (muy pocos) y menos ayuda, estas mujeres hacían y hacen su trabajo lo mejor que pueden. Una de las primeras que conocí fue e Indu Kattel, en aquel momento responsable de los bebés en Naxal.
Ella siempre ha sido una persona afectiva y cuidadosa, por lo que ha ido adquiriendo más responsabilidades en el orfanato. Tomó un papel relevante en Dididai, al cuidado de los huérfanos con discapacidades severas y actualmente es la responsable de todas las cuidadoras.
Nos gustaría desde aquí hacer un agradecimiento a todos ellas y en especial a Indu Kattel, por la entrega en su trabajo.
En estos días nos hemos enterado que es posible que la trasladen y es algo que nos preocupa tanto como disgusta. Ojalá que los responsables de esta decisión recapaciten y no sea algo definitivo.
Deseamos que Indu pueda seguir durante muchos años más como responsable de esta labor en Siphol, ahora que Naxal ha sido desalojado por los daños sufridos durante el terremoto del año pasado.
Ruta6 sabe el afecto que le une a los niños y la importancia de mantener este tipo de vínculos emocionales.
Nuestros mejores deseos para toda la familia de Bal Mandir y un abrazo especial para ella.
 



Indu en el aula de Dididai. Foto tomada durante el proyecto de José Luis Gutiérrez y Aurora Robledo en 2012.

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